Respiración Artificial

Simpre miraba por la ventana, y no veía nada. No es que su visión fallara, sino que no lograba separar la vista, de su mente.Pensamientos que se agolpaban y hacían latir su corazón a mil por hora.

Muchas veces deseó sólo mirar, con la ignorancia de un niño pequeño, descubrir el mundo nuevamente, pero no lograba nada más que aumentar su vasta lista de recriminaciones.

El aliento apoyado en el cristal, empañaba rápidamente el vidrio, condensando su respiración.Tantos deseos y sueños por realizar, lo único que hacían era atormentar su mente.

Lo que necesitaba ahora era una suave y renovadora respiración artificial.

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